«Cuando era pequeño pensaba que la nacionalidad de una persona determinaba su trabajo. Nosotros éramos españoles, y mi padre, mi abuelo y mis tíos se dedicaban al negocio de los puros.»
En esta gran novela olvidada, Prudencio de Pereda, autor estadounidense de origen español, discípulo de Hemingway, recrea en primera persona su infancia en Brooklyn, corazón de la pequeña colonia española en la ciudad de Nueva York, allá por los años veinte.